Composición del Escaparate

Para la llevar a cabo la Composición del Escaparate el problema principal con el que nos vamos a encontrar será el encontrar el lenguaje correcto. Debemos transmitir exactamente los sentimientos y sensaciones, que nos permitan llegar a la mayor cantidad de público posible. La composición, el material utilizado y su manipulación constituyen el lenguaje por el que se comunica la idea.

La selección de material que se va a utilizar condiciona el plan de ejecución del proyecto. Hay que tener en cuenta las características de cada elemento, su manipulación y tiempo de ejecución, los sistemas de sujeción y el orden de colocación. Es interesante tener una agenda de direcciones de talleres artesanales y profesionales de carpintería, herreros, jardinería, etc. No obstante el escaparatista debe de ser una persona creativa, por lo que si adolecemos de esta cualidad será mejor que dejemos que un profesional se haga cargo de la Composición del Escaparate. El escaparate es y debe de ser considerado, una parte estratégica de nuestro negocio y como tal lo debemos de cuidar siempre.

Para desarrollar un escaparate debemos de ser un poco carpinteros: saber serrar, martillar y encuadrar, por tanto, debemos contar en nuestro equipo con una sierra, un martillo, diferentes clavos, colas y gomas. Debemos saber también pintar, empapelar y forrar, por lo que necesitaremos pinceles, cepillos adecuados y máquinas de grapar.

El escaparatista debe de tener nociones de electricidad; sacar partido del papel, del cartón, del plástico, del estaño. Con imaginación podremos crear efectos especiales como lluvia, nieve o fuego.

La colocación y fijación de artículos diversos con hilo de nailon encaja tanto en el arte como en el oficio. Sus nudos deben ser seguros e invisibles. Los alfileres con los que se fija también. Por tanto, es imprescindible que nuestra bien surtida caja de herramientas cuente también con hilo de nailon transparente de diferentes grosores, tijeras, alfileres y alicates.

Es importante el que se sepa rotular con números y letras, para lo que será necesario que contemos con una regla de estarcir y plumillas o pinceles adecuados. Debemos tener una caja de herramientas preparada para cualquier eventualidad que pueda surgir dentro del escaparate. Tendremos forrados de antemano los módulos que vamos a utilizar y la mercancía que se va a exponer en cantidad necesaria, así como los complementos adecuados. Los maniquíes deben de estar vestidos y los precios hechos antes de retirar las etiquetas de los artículos.
Es útil tener ropa apropiada y zapatillas especiales para moverse con comodidad y no manchar los productos, además de disponer de un cepillo y un plumero para repasarla.

Recordad la importancia de tener el trabajo planificado y de prevenir lo inesperado, porque es importante el que una vez que se empiece a montar el escaparate no se tenga que salir hasta dejarlo acabado.

Debemos de cuidar la colocación y el texto de los carteles y los precios, para no romper el conjunto del mensaje que quiere transmitir nuestro escaparate. En general, los carteles deben colocarse bajos, preferentemente a la derecha y separados del centro, derechos y ligerísimamente inclinados hacia atrás, y a ser posibles en portacárteles transparentes (metraquilato). Recordad que un escaparate asimétrico el cartel puede servir de contrapeso.

Los precios han de ir cuidadosamente pintados o impresos en negro sobre cartón blanco; serán pequeños, claros y deben de colocarse separados de la prenda o artículo por el cuerpo de alfiler en el que van pinchados; si van en el suelo, delante o al lado de la mercancía, se apoyarán en el alfiler, usando éste como soporte. Deben ser todos del mismo tamaño. Con respecto a la conveniencia o no de poner precios en un escaparate, nos encontramos tendencias a favor y en contra, pero desde luego que en mi opinión debemos informar con claridad desde el escaparate y así empujar al cliente a entrar en la tienda.

0 comentarios:

Publicar un comentario