El Liderazgo de Atacar Primero

Un liderazgo sólido es imprescindible para convertir un grupo de personas en una fuerza que sirva como ventaja competitiva en los negocios. Los negocios que mejor funcionan son aquellos que comprenden que hay que hacer para que las personas trabajen de forma cooperativa. Asimismo, esos líderes saben formar equipos y cómo motivarlos para que superen el nivel de cumplimiento que normalmente alcanzarían.

Hay una correlación directa entre el modo como la gente ve a sus gerentes y como se conduce. En casi todos los casos, los líderes efectivos son virtualmente idolatrados por sus subalternos no por sus características afectivas, sino como hombres y mujeres dispuestos a enfrentarse, a la cabeza de su grupo, a las situaciones más problemáticas. Debemos en definitiva, ser jefes dispuestos a dar la cara, aceptar los riesgos y tomar decisiones difíciles en las circunstancias más apremiantes. Este coraje, inteligencia, sabiduría y poder de decisión impresiona a los demás, ya que inspiran confianza y, en última instancia, despiertan el deseo de sumarse a ellos. Cuando esta fuerte dinámica está en funcionamiento, los recursos de la compañía se ven reforzados para obtener objetivos clave. Se obtienen resultados, los competidores sufren, y el negocio crece.